Hoy es un día muy especial para todos los docentes. Por eso, estas palabras van dirigidas a todos ellos, mis compañeros de camino:
No encuentro mejores palabras que GRACIAS y mi sincero RECONOCIMIENTO a la tarea diaria, la entrega y la disposición de cada uno de ustedes. Los que desplegamos esta profesión, tenemos un don especial, es el don de modelar y marcar el corazón del otro. Es una profesión que implica pura vocación, sin vocación no se es docente.
La docencia es un estilo de vida, estés donde estés sos “la seño” o “el profe”, nunca dejas de serlo, y, esa es la mayor recompensa, no es inmediata, no se ven todos los frutos al final del ciclo lectivo. Pero sí lo ves, cuando con el correr del tiempo, te encuentras con personas de bien que te interpelan diciendo: ”¿Se acuerda de mi?, usted fue mi maestra de tal o cual grado, o usted fue mi profe de…..»
Cuando esto sucede, estás viendo los frutos de tu siembra, lo que diste, las huellas que dejaste. Es en ese momento cuando se ensancha de orgullo el corazón, y los ojos se humedecen de emoción, porque esto habla de vos, de cuánto diste y de cuánto bien hiciste, nadie da lo que no tiene.
Por eso, ante las adversidades, el cansancio, la mala remuneración, la falta de tiempo….no te desanimes. Eleva tus ojos al cielo y con fe, ponte en Sus manos, porque Él te eligió y te dio Su nombre, te llamó: MAESTRO.
Recuerda también que estamos replicando los valores que nos legaron nuestros próceres, que dieron la vida por la dignidad y grandeza de la patria que desearon dejarnos.
Sigamos desplegando nuestra vocación para continuar construyendo día a día un futuro mejor.
Carina Sampieri