La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos.
San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son más conocidos como mercedarios.
En este día tan importante para nuestra comunidad Mercedaria del Instituto San Pedro Nolasco, celebramos a la Virgen de la Merced, nuestra Patrona y guía en nuestro trabajo diario, en nuestras familias y en la educación que brindamos a niños y jóvenes.
¡SOMOS MERCEDARIOS!
¡VIVA LA VIRGEN!