El 4 de octubre se conmemora el día de San Francisco de Asís, santo vinculado a la humildad, la austeridad, la obediencia y la entrega absoluta a la fe.
Abrazó la pobreza y vivió una vida evangélica, predicando a todos el amor de Dios. Fundó una Orden de frailes y su primera seguidora mujer, Santa Clara que funda las Clarisas, inspirada por Él.
Trataba a cada persona con la mejor de sus sonrisas y su amabilidad porque veía en ellas la imagen y semejanza de Dios. Mientras que respetaba y valoraba al resto de las criaturas porque descubría en ellas el vestigio y la huella de Dios. Su desapego de lo material le daba una libertad de espíritu que le hacía descubrir la belleza de todo como resplandor del Creador del bien y la belleza.
Aprendamos de Él a vivir con sencillez, humildad y con mucho amor a Dios. Lo más importante para San Francisco de Asís era estar cerca de Dios. Su vida de oración fue muy profunda y era lo primordial en su vida.