En la fiesta de Pentecostés celebramos la venida del Espíritu Santo sobre todos nosotros y sobre su Iglesia que la renueva y la mantiene siempre joven. Con la celebración de la resurrección de Jesús en la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección (o de Pascua), comienza un tiempo de cincuenta días, la Pascua, que culmina el Domingo de Pentecostés.
Jesús nos envía el Espíritu de Dios inaugurando un nuevo tiempo, el «Tiempo del Espíritu». Es una invitación para participar de una vida de alegría, amor y de esperanza.