El viernes 6 de Mayo, el Instituto celebra el Día de San Pedro Nolasco, hermano fundador de la Orden de la Merced.
En la festividad del patrono y fundador, los alumnos de todos los niveles del turno mañana participaron de una oración presidida por la Coordinadora de Pastoral Hermana Paula Loizaga. Luego, compartieron con sus docentes una merienda para celebrar este día.
En el turno tarde, los alumnos de 5º, 6º, 7º y docentes participaron de una misa celebrada por el Padre Claudio Casorati. En el caso de los niños de 1º, 2º y 3º grado participaron de una oración realizada por la Hermana Paula, en donde también les contó sobre la vida de San Pedro Nolasco. Todo el turno tarde también compartió una merienda de celebración con sus docentes.
En el caso de Nivel Inicial, en ambos turnos, compartieron una merienda de celebración y recibieron la visita del Padre Claudio.
En las actividades estuvieron presentes la Representante Legal, Prof. Carina Balmaceda; Directivos del Nivel Primario y Secundario, Hermanas de la Congregación y todo el personal del Instituto San Pedro Nolasco.
Desde la Comunidad Mercedaria de nuestra Institución queremos invitar a las familias a unirse en la oración para celebrar este día.
Sobre la vida de San Pedro Nolasco
Pedro Nolasco nace en Mas de Saintes Puelles entre el 1180 y 1182. Avecindada la familia Nolasco en Barcelona, aprendió de su padre Bernardo el arte de mercader. Igualmente recibió las enseñanzas de una vida cristiana conforme a las profundas convicciones religiosas de las familias de aquel tiempo.
En el ejercicio de su actividad de comerciante descubre el cautiverio de los cristianos en tierras musulmanas. Desde entonces, dedicará su vida y utilizará sus bienes para devolverles la libertad. En lo cual se manifiesta ya su próxima misión carismática dentro de la Iglesia y de la sociedad.
Tras quince años de admirable acción de redimir cristianos cautivos, Pedro Nolasco y sus compañeros veían con preocupación que, día a día, se acrecentaba el número de cautivos. El líder animoso, de sólida y equilibrada devoción a Cristo y a su bendita Madre, no se sintió agobiado ante la magnitud de la misión iniciada y su pequeñez personal. Buscó en su fervorosa oración la inspiración divina para poder continuar la obra de Dios iniciada por él. En esta circunstancia, la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, ocurrió la intervención especial de María santísima en la vida de Pedro Nolasco.