La pandemia y el confinamiento han atravesado a la humanidad en su completud. Es una realidad que cada ser humano, desde su subjetividad, ha llevado adelante esta circunstancia de una manera diferente y todo esto ha despertado diversas emociones como: ansiedad, tristeza, angustia, enojo, entre otras.
Existen distintos recursos internos para poder sobrellevar esta situación, si sabemos cómo ponerlos en marcha: uno de ellos es la inteligencia emocional, según Goleman (Psicólogo, Periodista y escritor estadounidense) la define como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones e involucra la capacidad para la autorreflexión: poder identificar las propias emociones y regularlas de manera apropiada.
Goleman describe algunas características propias de la Inteligencia emocional:
Autoconocimiento: en estos momentos difíciles que estamos atravesando, ponernos en contacto con nuestras propias emociones es muy importante, ya que contactarse con lo que uno siente es clave para luego ponerlo en palabras y expresarlo estos son métodos que pueden ayudar a aliviar el malestar. Por ejemplo; si sé que ver demasiadas noticias sobre el tema de la pandemia es algo que me tensiona y me pone nervioso, puedo expresarlo y actuar adecuadamente no exponiéndome a aquello que me hace sentir mal.
Otro aspecto significativo que destaca el reconocido Psicólogo, es la capacidad de autorregulación; es decir, que una persona que es inteligente emocionalmente tiene la posibilidad de controlar sus impulsos, es decir, de reconocer lo que le sucede y pensar antes de actuar. La autorregulación supone el uso de la asertividad, la apertura a lo nuevo y flexibilidad ante los cambios. Lo cual es de mucha utilidad para el momento que estamos viviendo.
Por otro lado, otra característica es la automotivación: la posibilidad de motivarse a uno mismo, esto se logra con optimismo e iniciativa, es muy importante enfocar las emociones hacia los objetivos y no hacia los obstáculos, ya que de esta manera podremos mantener el foco en las diversas posibilidades que son elementales.
Por último la empatía y las habilidades sociales, son primordiales en la I.E. ya que el acercamiento y la comprensión hacia el otro permiten al ser humano abrirse a la realidad emocional que experimenta otra persona y comprender lo que sucede alrededor. No juzgar a los demás, sino, poder ponerse en el lugar del otro. Esto ayuda a fortalecer los vínculos y los hace más profundos, al mismo tiempo posibilita la contención y aproximación hacia los demás en un momento extraordinario.
Es una misma realidad la que todos vivimos, pero teniendo en cuenta que podemos entendernos y comprender a otros, será mucho más sencillo atravesar estos tiempos.
Lic. Belén Morales (Psicóloga) y Lic. Sonia Pisinatti (Psicóloga)